GESTACIÓN
Me inicié en la actividad física con 4 años y durante toda mi infancia hasta los 19 practiqué danza y todos los tipos de ballet, jazz, tapdance y gimnasia artística. La pasión por el movimiento me llevó a estudiar la carrera de Educación Física en la Universidad de Campinas y a trabajar para uno de los principales gimnasios de Brasil.
Con el tiempo comencé a preguntarme cómo podía ser que siendo tan joven y llevando una vida realmente sana, tuviera esos dolores
En mis inicios como estudiante me lancé a probar todo tipo de metodologías en un período muy corto de mi vida: Spinning, Bodypump, Jump, Zumba, entrenamineto con pesas. Mi pasión y poco control en estos deportes fueron engendrando un dolor en mi columna vertebral que hacía que por las manañas me costara mucho incorporarme y levantarme de la cama. Con el tiempo comencé a preguntarme cómo podia ser que siendo tan joven y llevando una vida realmente sana, tuviera esos dolores. Fui al medico y me diagnosticaron 2 protusiones lumbares y una hernia cervical, ambas causadas probablemente por el volumen desorbitado de deporte que había estado practicando desde joven. Pasados los años, al volver a practicar esos deportes con mayor intensidad y volviendo la mirada atrás, me doy cuenta de que la causa real de esas lesiones y de la mayoría de las lesiones que he tratado como profesional en Pilates, es la falta de consciencia corporal en el día a día y en la pràctica del deporte.
DESCUBRIMIENTO
Durante mis prácticas en Brasil tuve la oportunidad de probar el Pilates. Desde ese momento me enamoré de él.
Mi cuerpo reconocía esos movimientos fluidos y cargados de sentido con los que experimentaba la curación de mi columna
Los profesores del centro se quedaban asombrados con mi ejecución de los ejercicios y mi comprensión intuitiva del método. Mi cuerpo reconocía esos movimentos fluidos y cargados de sentido, porque con ellos experimentaba la curación de mis dolores de columna.
APRENDIZAJE
los ejercicios más sencillos escondían en su interior una gran riqueza rehabilitadora
En un inicio, mi intención era hacer los ejercios más difíciles del método Pilates. Por desconocimiento y por su aparente sencillez subestimaba la eficacia y la potencia de los ejercicios esenciales. Progresivamente fuí dándome cuenta de cómo los ejercicios más sencillos escondían en su interior una gran riqueza rehabilitadora. Eran ejercicios que reanimaban mi cuerpo, que me hacían sentir bien y que disminuían mis dolores de columna. Entendí cómo los ejercicios más esenciales eran los que me daban la base para poder llegar a los más complejos, y cómo éstos bien hechos, eran los que cambiaban my cuerpo y me daban estabilidad y fuerza global.
MAESTRÍA
Desde mi descubrimiento del Pilates he entrenado por lo menos 3 vezes por semana, no fallo nunca, ya sea en grupo, con profesores particulares o sola. Incluso cuando estoy de viaje me planifico un tiempo para hacer algunas secuencias de ejercicios en el mismo hotel, porque los días que no practico Pilates siento que mi columna está rígida.
Hoy en día tengo conocimiento de mi cuerpo, de como ponerme, cómo sentarme o estar de pie, de mis puntos débiles y de mis fortalezas. Puedo afirmar que después de probar diferentes tipos de atividad fisica, el Pilates para mí es el más completo y el que más puede cambiar mi cuerpo para que sea más funcional. Desde que conozco el Pilates, cuando practico cualquier otra actividad siempre utilizo los principios del método para hacerla bien y no tener dolor.
Mejorando el estado de mi cuerpo siento que mi mente y mi ánimo están mejores.